lunes, 20 de septiembre de 2010

Necesito salir de aquí.


Suele pasar los días medio lluviosos. Que vienes y vas. Hace una hora estaba en el estado de frenesí y ahora no me puedo levantar del suelo. Suele ser que cuando menos te lo esperas llega una ola desafortunada y te mojas de todos los problemas de arriba a abajo. No es nada menos que un cara a cara con todo lo que debes, a todos un día u otro nos llega ese chapuzón agri-dulce. Cuando no te puedes levantar, y tampoco quieres que te levanten. Cuando te encantaría coger el coche, cambiar de dirección, empezar una vida de cero, donde no conoces a nadie, y que nadie te importa lo más minimo. La vida se compone de oportunidades que se acaban convirtiendo en buenas experiencias o que reaccionan en ti como un grano de polen para un alérgico. Y esque hoy es uno de esos días, donde pareces estar viviendo en una montaña rusa. Donde no sabes que es lo bueno y lo malo, cual es tu lugar, si con el siguiente paso puedes torcerte un tobillo, donde lo que más quieres pierde toda la importancia, donde todos tus sueños los tiras a la basura, y sólo quieres volver a empezar, pero lejos, muy lejos. Hoy es un día medio lluvioso de esos que no importa ponerte los cascos, esconderte debajo de las sábanas y darle al play, porque ahí abajo aguanto la respiración. A espasmos, pero la aguanto.

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