martes, 13 de abril de 2010

¿Quien dijo que los días lluviosos son para llorar?


Martes trece, hoy iba a ser un día triste, desafortunado. Las calles mojadas y el cielo enfadado suelen transformarme. Vagabundeando por las aceras y revoloteando entre pensamientos agri-dulces. Sin embargo, hoy me desperté y me puse la música, si te digo la verdad, me emocioné bailando de una lado a otro de mi habitación, y eso fue por ti. Lo mismo que no pude dormir sólo porque no te marchabas de mi cabeza, deseo demasiado que sea día dieciséis a las diez. El día fue eterno, no estabas, creí que no iba a hablar contigo pero te asomaste entre un hueco de mi tiempo y me hiciste sonreír más aún. Quería hablar de ti y no callarme, pero supuse que nadie me escucharía. Caminando, miré mi mano y mi corazón se aceleró, y quisé saltar de alegría, porque todo lo demás me importa tres chasquidos. Parecia que el cielo me iba a caer encima, y yo... No me inmuté, estaba demasiado ocupada contigo, en el archivo número 8 de mis pensamientos. Ha sido un día redondo, no como un donut, si no como mi corazón mal trazado. Mis libros estan llenos de tu nombre y hoy mientras volaba a más de mis sueños, me caí al mundo al escuchar una frase, una frase que me volvió a recordar a ti. Y es que ahora todo gira entorno a ti, no sé como lo has hecho, ni cuando, ni como, sólo sé que desde hoy te quiero.

2 comentarios:

  1. una persona puede cambiar nuestro dia verdaD?jej me algero! un besito

    ResponderEliminar
  2. ais ami nunca me gustaron los dias de lluvia.
    los martes y 13 me dan bastante igual

    ResponderEliminar

Escribe tus palabras secretas...