miércoles, 7 de abril de 2010

Bajando del cielo


Siempre las mismas palabras, pero no hay otras en mi boca, no pueden haberlas, ocupas cada cápsula de mi mente, de mi alrededor, cada gota de mi aire, me ahogas y eso me gusta. Parece masoca, pero es que sin ello no vivo, no te alejes, no te vayas. Cada parte de mí esta en ti, y si te parece poco te bajo el mundo entero, seria lo mas fácil de describir el pequeño corazón que guardo aquí adentro y que hace tiempo voló lejos, acompañado al son de tus carcajadas, de tus caricias guardadas en mis manos. Si quiero me convierto en viento, para volar con nuestras promesas. Parecería estúpido si te dijera que te quiero, esa palabra escasea en mi vocabulario, es mucho más. Pintaria un corazón grande, lleno de pequeños, porque son esas pequeñas cosas, tus pequeñas cosas las que me hacen vivir, las que me hacen levantarme, y ver un rayo de sol en la ventana cada mañana al despertar reflejado en tu piel. Y ahí fue cuando me enamoré de ti. Loca y perdida, por siempre... Quizás siempre es mucho tiempo, o poco, nunca se sabe, nunca se sabe cuando no caberá aquí dentro, junto con todas tus fotos y recuerdos. Aún guardo aquel colgante, lo necesito, es mi amuleto, eres tu, es la llave de mi alma. Allí estas, "hola, ¿que tal?", seria un buen saludo para dos desconocidos. Yo corro, corro mucho, hasta tus brazos y una vez allí, segura entre tu corazón, tus pies, el mío, ya podemos empezar, empezar a descontar el tiempo, nuestros petalos, nuestros cumplidos, nuestros pasos. Caminando al mismo compás, porque sólo las dos almas gemelas pasean igual. Te he comprado una estrella si no te importa, será nuestra mascota. A pesar de que bailo entre las flores de primavera, prefiero permancer cerca de un ángel. Es mejor estirarse entre tus sábanas, blancas y sedosas como tu mano una noche fría de invierno entre lugares escondidos. No me sueltes, no te vayas. Jamás. Por siempre jamás. Mírame y dime a quien ves, solo existes tú. Mi mirada tiene dueño desde hace días, meses quizá. Pintaré un corazón enorme y gritaré. No me cuesta, me cuesta más no verte... Extrañarte. Te necesito. El globo se perdio entre las nubes, subiendo a más de tres metros sobre el cielo. Esta noche saluda a la luna y allí estaré yo, intentando convencerla para que te cante una canción especialmente para dos. No unos dos cualquiera, tú y yo, y con eso formariamos el rompecabezas perfecto.

2 comentarios:

  1. wuo! gracias por tu comentario en mi blog, Espero q te guste.
    Bonito texto cargado de amor!

    Nos leemos, besos

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