Y el tiempo se paró a las dos, las dos nos separó a los dos.

- Hola, soy Pablo, está Lorena?
- No, se ha ido.
- Ah vale, era para saber si se venia al fin del mundo conmigo pero entonces nada.
- Le puede decir que he venido?
- Si, por supuesto.
(Cuelga, y se abre la puerta... puerta abierta por favor cierre después de entrar)
- ¿Creías que no te estaría esperando?
- He comprado dos billetes de avión, por si querías subir a tres metros sobre el cielo.
- ¿Y no los puedes cambiar?
- Porque yo ya tengo 2 para subir a 300 metros sobre el cielo.
- ¿Y a donde quieres ir?
- No me importa, mientras que el otro billete sea para ti.
- Quiero perderme contigo, ¿podemos irnos?
- Te quiero en mi patio en 10 minutos.