sábado, 19 de junio de 2010

MUY GRANDES 4!

Al fin, después de tantas semanas de ajetreos y agobios, acostándonos tarde y levantándonos pronto, ha llegado el momento, nuestra graduación. Empezamos juntos desde los 3 años, cuando aún no teníamos ni uso de razón nuestros padres decidieron que este sería el mejor destino para nosotros, y nos unieron a todos en un mismo camino. Poco a poco, pasamos de ser simples desconocidos a ser un grupo. Miramos atrás y vemos como hemos ido creciendo con cada inocente sonrisa, un simple abrazo, peleas en el recreo por coger un bici, juegos en el patio, las grandes explicaciones ilógicas que resolvían el grandísimo problema de un niño de 5 años, los cumpleaños en clase, la ilusión por bajar al patio de abajo como los mayores... Luego nos hicimos un poco más adultos y pasamos a primaria. Durante esos seis años aprendimos a ayudarnos, a comprendernos, a divertirnos juntos, a aprender del otro, a compartir, a soñar, a compartir nuestros sueños... Vivimos las mejores excursiones a lugares desconocidos, tardes en clase intentando entender lo que el profesor decía, aunque era un poco imposible si el compañero de al lado no paraba de contarte chistes y ponerte la cara de mono, risas que causaban dolor de barriga, las guerras de agua en verano, los amigos invisibles que luego no resultaban tan invisibles, las fallas y la boca manchada de chocolate hasta la nariz, Ulises y sus lugares donde todos soñábamos con ir alguna vez, el deseo de no quedarse al comedor un día más, el día de la paz y querer que la paloma volviera, las típicas notitas y cartas de amor, nuestro esperado viaje fuera de España, las discusiones en clase y en el patio, copiar 100 veces: "no hablaré nunca más mientras el profesor explica", recuerdos enlatados en fotos de carnet... Muchos compañeros se fueron, y otros se quedaron en el camino, pero siempre guardaran sus caras mis recuerdos y mis fotografías. Y nosotros, los de toda la vida, superamos una etapa más de nuestra vida. Afrontamos con algo de temor la llegada a la ESO, unos cortos 4 años se abrían ante nosotros. Y así comenzamos a crecer como personas, a unirnos como grupo, a aguantarnos y perdonarnos, a saber aprovechar el día a día, a apoyarnos y dejarnos apoyar por nuestros profesores, a escuchar, a descubrirnos más, a saber lo que era la palabra amistad, a creer en nosotros mismos, a querer volar muy alto, a reírnos de nuestros errores y saber rectificarlos, a esforzarnos, a necesitarnos... Todas aquellas veces que nos reímos porque alguien se cayó de la silla, o porque contaron un chiste muy malo en clase de física; aquellas tardes durmiéndonos en los pupitres mientras tratábamos de entender la Revolución Francesa o intentábamos analizar oraciones totalmente negadas para nosotros. Aquellas veces que necesitabas de un abrazo colectivo, aquellas otras bailando en clase de informática y cantando por los pasillos, aquellos debates de valenciano y de ética que al final siempre acabábamos todos en desacuerdo, aquellas apuestas en los partidos de fútbol y aquellos momentos que al recordarlos de sacan una sonrisa. También están esos otros que te hacen comprender un poco porque somos así, porque cada uno con nuestras manías, locuras, inquietudes, vergüenzas, simpatías, y carácter acabamos entendiéndonos. Y también esta aquella vez que sin saber cómo, todos estuvimos de acuerdo en algo: "os echaré de menos". Y así podría continuar mucho más, porque hemos pasado miles de historias juntos hasta ahora. Pero ha llegado el momento, después de todo, es la hora de separarnos y elegir otro camino que nos conducirá a nuevas metas y cumplir nuevas promesas, a conocer a personas nuevas y crecer un poquito más. Sin embargo, hay algo que nunca olvidaré: a mis profesores, a mis padres, y principalmente a mis amigos, porque si hay algo que hemos aprendido durante estos años es que la amistad es lo mejor que uno puede dar y recibir. Gracias por hacer de estos 13 años, 13 años inolvidables.
OS ECHARÉ DE MENOS

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