domingo, 7 de febrero de 2010

Me siento mejor.

Noto el vacío, como me pasaria toda la noche hablándote, contándote mis historias largas de lo que quiero hacer contigo: - Iremos a comer lejos de aqui y después pasearemos por el puerto, creo que lo han remodelado, es mas bonito. Aunque si hablamos de bonito, bonito tu regalo que me enamora más cada día, podrías dejar de imnotizarme por un instante, eres mi único amuleto. Pero para bonita tu sonrisa. Bueno mejor paro ya. ¿Sabes que he pensado? Que mañana a las doce estoy en tu puerta, como la cenicienta, pero no te voy a decir a donde vamos, es una sorpresa. No, no me hagas cosquillas, no te lo voy a contar. No puedo, ¿porque me conoces tan bien? Es trampa, no vale sobornar a mis puntos débiles. Vale sí, también tengo ganas de dormir contigo esta noche, ¿pero no lo estoy haciendo ya? Prácticamente estamos a 50 metros el uno del otro. He pensado que nos quedan muchas cosas por hacer, asi es que no te vayas ya, no quiero que me prometas nada, sólo quiero que me llames mañana y pasado, y así hasta que se gasten tus labios y los míos, que va a ser nunca. Bff, que alivio. Noto tu calor, que escalofrío. Como te necesito. Recuerdo aquella vez que me entró la risa floja toda la tarde, y te la contagié. Como corriamos bajando aquella escalera infinita, como nuestras miradas, pronfundas e infinitas. Contestame al sms, no te echo de menos, simplemente te necesito. Eres el vicio perfecto de todo lo tentador. Puede que te odie una vez más, al fin y al cabo, siempre acabo haciéndolo. No te voy a perdonar, no me puedo enfadar contigo. ¿Has visto esa foto? Quiero ir allí, a tres metros sobre el cielo.
Me siento mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe tus palabras secretas...