- Te quiero.
- ¿Por qué?
- Porque te quiero.
- No, va... Por qué...
- Porque sí.
- Vale.
- No me mires así... Deja de mirarme, o acabarás hipnotizandome, hechizandome, arrebatandome gramo a gramo la cabeza, cada miligramo de cordura que queda desprendida por algún ricón de mi glándula hemicraneal. Estaré ahí, semi-enamorada de cada mueca de tu conmisura derecha junto a la contraria, dibujando una perfecta creación en tu cara, tu sonrisa. Unida a un despliegue de simultaneas expresiones fonéticas en forma de melodia, tan dulce que podría emborrachar hasta a la persona más sobria. Mientras tus ojos brillan al compás de los míos, escribiendo promesas incumplidas todavía, saltando sentimientos agílmente, describiendo cada celúla llena de mi último beso de despedida y de bienvenida, bienvinida a mi corazón. De hecho estoy aquí, semi-enamorada escribiendo una sinfonia para cantartela cada mañana al salir el sol.
- Amor, yo cada mañana me bebo el zumo que exprimí por dos medias naranjas.
- Por eso me quieres, porque soy una naranja muy apetecible, ¿verdad?
- Verdad, solo por eso.
- ¿Por qué?
- Porque te quiero.
- No, va... Por qué...
- Porque sí.
- Vale.
- No me mires así... Deja de mirarme, o acabarás hipnotizandome, hechizandome, arrebatandome gramo a gramo la cabeza, cada miligramo de cordura que queda desprendida por algún ricón de mi glándula hemicraneal. Estaré ahí, semi-enamorada de cada mueca de tu conmisura derecha junto a la contraria, dibujando una perfecta creación en tu cara, tu sonrisa. Unida a un despliegue de simultaneas expresiones fonéticas en forma de melodia, tan dulce que podría emborrachar hasta a la persona más sobria. Mientras tus ojos brillan al compás de los míos, escribiendo promesas incumplidas todavía, saltando sentimientos agílmente, describiendo cada celúla llena de mi último beso de despedida y de bienvenida, bienvinida a mi corazón. De hecho estoy aquí, semi-enamorada escribiendo una sinfonia para cantartela cada mañana al salir el sol.
- Amor, yo cada mañana me bebo el zumo que exprimí por dos medias naranjas.
- Por eso me quieres, porque soy una naranja muy apetecible, ¿verdad?
- Verdad, solo por eso.
pero que mas da lo que digan?
ResponderEliminarte gusta escribir, yo te sigo, te leo....
entonces?? no seas tonta,escribe lo que sientes,
hay gente como a mi que le gusta leerlo :)
cuando vuelvas, te esperare, muchso besos preciosa!! muaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaak
mmm...quizás sea algo mas que solo una naranja apetecible, no crees?
ResponderEliminarmuah
aiish me encanto esa pelicula!! ^^
ResponderEliminarUn beso! =)
adoro esa película
ResponderEliminarTengo que ver esa peli !
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