Del amor al odio hay un paso. De cero a cien un segundo.
domingo, 2 de diciembre de 2012
sábado, 1 de diciembre de 2012
Feliz cualquier día mi amor.
Y después de alquilar
el piso, comenzaron a vivir juntos. El cumpleaños de él, la playa en invierno, piel
escrita por rotulador a la luz de la luna. Eran libres. Se levantaban juntos,
se despertaban el uno al lado del otro, se duchaban a la vez (en ocasiones
especiales). Ambos vivían su mejor momento profesional y personal. Invierno, frio
y lluvia en el exterior. Ellos juntos viendo una película mientras comen
palomitas dulces hechas por ella, y se calientan los pies debajo de la manta. Mañana
de domingo, ella se despierta, él no está a su lado, ni en casa. Ella se
asusta, ni quiere imaginarlo, va corriendo al armario, pero justo cuando está a
punto de abrirlo, escucha la puerta. El entra en la habitación con cara de decepción.
Ella le mira. Él le dice: "no sé para que lo intento, no serias la persona
de la que me he enamorado si no me siguieras estropeando otra sorpresa más..."
Él enseña sus manos, con una bolsa llena de croissants, y en el otro lado,
chocolate caliente recién hecho. En su cara aparece una sonrisa resplandeciente,
-Feliz cualquier día mi amor- dice él. Ella le abraza, y empiezan a
pringarse de chocolate el uno al otro mientras suena música de fondo procedente
de la radio de la habitación, - es nuestra canción amorr - dice ella. "I
need somebody...", se oye. Él le tiende la mano, y bailan como si fuera un
vals pringados de chocolate. Por primera vez, Navidad, ella le invita a la cena con su
familia. Él es avasallado por preguntas de los familiares, y finalmente, debido
al champán, acaban amándose en su habitación. Al día siguiente, cuando ella se
levanta, corriendo al árbol de navidad, hay 2 regalos para ella, uno pequeño y otro
grande. El grande dice: "Para la pequeña miss sunshine". La caja se
mueve, es un cachorro, un retriever de labrador (scottex). La otra más pequeña
dice: CierroMetra. Lo abre: "vale por 2 estrellas, esta noche mira a la derecha de la Luna".
Ahí estaban las dos, una brilla más y la otra un poco menos, así se complementan.
Mientras él mira la cara de ella, se da
cuenta de que no hay ningún regalo para él. Pensaba que ella se acordaría de
comprar algo que él desea, pero como él nunca dijo que es lo que deseaba, ella
no pudo comprarlo. Ese día, iban a comer a casa de él. Mientras ella se
duchaba, él se vestía. La sorpresa fue cuando se subió los pantalones, algo había
en su bolsillo que impedía abrochárselos. Metió la mano, ahí estaba... ¿Qué era?
La llave del coche con el que soñaba -su pequeño volkswagen beetle- junto con una
cinta que ponía: "Por si te olvidabas de ellas, van a estar ahí por mucho
tiempo, para que recorramos medio mundo". Acompañadas de un llavero, en
forma de C, (la M la llevaba ella en el de su vespa). Ella estaba allí detrás,
rodeada por una toalla, viendo su cara, sus lagrimas de emoción. Así, la cogió, la subió en brazos, y empezó a
dar vueltas por toda la casa - amorrr!!! -. Él cogió su nuevo coche el día 21 de
enero, le vendo los ojos a ella, la metió en el coche, se subió y condujo
durante muchas horas. Ella preguntaba: ¿dónde estamos? Después de muchas horas
de viaje, la bajo del coche, le quito la venda, y ella leyó: Bienvenidos a
Santillana del mar.
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